Moneda de 5 centavos de Estados Unidos con la imagen del dirigible Hindenburg.
El LZ 129 Hindenburg fue un dirigible zepelín alemán destruido por un incendio al aterrizar en Nueva Jersey el 6 de mayo de 1937. El accidente provocó la muerte de 36 personas (aproximadamente un tercio de las personas a bordo). En su momento, recibió una amplia cobertura mediática y significó el fin de los dirigibles como medio de transporte.
El 6 de mayo de 1937, tras cruzar el Atlántico, el Hindenburg se aproximó a la base de amarre de la Estación Aeronaval de Lakehurst (Nueva Jersey), tras esperar varias horas a que la tormenta permitiera las maniobras de atraque.
A las 19:25, mientras el Hindenburg ya había soltado amarras y se acercaba a la torre, se observó un destello de fuego de San Telmo, que consiste en extensas chispas de electricidad estática (había una tormenta eléctrica y el aire estaba cargado eléctricamente), a popa. De repente, la parte superior de la popa se incendió, extendiéndose casi instantáneamente por todo el dirigible mientras la estructura caía lentamente sobre los pasajeros que saltaban desde una altura de 15 metros y los marineros que ayudaban en las maniobras. Quedó completamente destruido en menos de 40 segundos y su estructura permaneció en tierra durante mucho tiempo hasta que fue vendido como chatarra.